sábado, 5 de diciembre de 2009

Nota metafórica 2

Mientras que
el viento baja por una falda
llena de luces motorizadas y veredas vacías
una casualidad, casi, sugirió la posibilidad, pues la sensación de una
contemplación silente se ha roto, ya no es más la ilusión etérea de anteriores días.


Una luz fluorescente alumbra tu mirada;
la paz intranquila del que espera la guerra
aflora en las miradas en un lugar rodeado
de un par de notas musicales sorpresivas.

Lento, me asomo al sonreír de la ventana;
miro el azoramiento de la confundida luna;
solo ella refleja la extraña y cruel sensación
de la necesidad de las palabras en un gesto.

Ruidos de afuera, luces y una voz foránea
se mezclan en el sobrio espacio rectangular
que alberga la constante e inocente sonrisa
de la mirada soñadora del genial remanso.

Cuando ya esa voz indique lo ya inevitable,
el descenso terminará en la sutil ausencia;
el trasponer la puerta marcará este final y
mostrará otra puerta a una o dos palabras.


En la calle, todo seguirá su curso ...